martes, 15 de marzo de 2016

7.- PARADINAS-CASTILLEJO MARTIN VIEJO (13-03-2016 13 km.)



        Para la salida de este domingo, Yayo ha elegido camino de tierra entre Paradinas de Abajo y Castillejo Martín Viejo, para mí resulta un recorrido desconocido. Quedamos como siempre a las 10 en casa de Quique. Hay que ir en coche hasta Sancti Spíritus y de allí a Paradinas. En esta ocasión salimos Yayo, Bego, Javi Sardi, Quique y yo ya que Angel se cae de la lista porque le apetece más montar estanterías del IKEA. Una hora antes ha salido Paquito andando hacia Castillejo, él por carretera. Bueno, pues llegamos a Paradinas y ya empieza a resultar un poco peligrosa la salida,  somos recibidos por un perro que no tenía muy buena pinta, me toca a mí espantarlo para poder comenzar la carrera con tranquilidad. Una vez que el perro ha salido huyendo y nuestros relojes han cogido el satélite correspondiente, comenzamos a correr despacito, vamos agrupados el primer kilómetro. El camino transcurre entre fincas de encinas y robles, a veces salpicadas por enormes alcornoques, la verdad que el paisaje que nos acompaña merece la pena. La carrera se va estropeando a medida que avanzamos ya que empiezo a divisar especímenes del gando vacuno que apuntan a bravura. Ahora mis sentidos, aparte de en mis piernas que a medida que avanzamos van más cansadas,  se cansan mi vista y mi oído ya que oigo y veo vacas y toros por todos los lados. Estamos rodeados.
Muestra del ganado que se movía a nuestro lado


 A medida que avanzamos en nuestro recorrido, el camino se convierte en un gran tobogán, subimos cuestas de considerable inclinación, pero a continuación  siempre viene un bajada que nos permite recuperar. En los 5 primeros kms se han adelantado Bego y Yayo, por detrás quedamos Javi y yo  y Quique que va a nuestro ritmo. Yo disminuyo un poco ya que Javi se va quejando de los tobillos.



Sobre el kilómetro 8, la carrera sigue de igual manera, ahora es Yayo el que se queda con nosotros y Quique continua delante con Bego. Entramos en la parte de la carrera más peligrosa, ya que llegamos a una finca a la que se accede a  través de una portera canadiense, esto significa que el camino continua sin alambrados laterales, es decir sin protección. Vigilo atentamente a los dos lados del camino pues todo está lleno de jaras y matorrales, escondite perfecto para cualquier vaca o toro que puede pillarnos desprevenidos, ésto lo aprovecha Javi y se adelanta unos metros, ahora cierro yo el grupo siempre acompañado de Quique o Yayo.


Se endurecen las cuestas, Yayo marca como fin de las mismas una torre de alta tensión que a mí me hunde, ya que parece que está muy lejos y muy alta. Comienza una ascensión muy fuerte, aprieta el calor y yo los dientes. Quedo solo atrás pero siempre viendo a los demás. Nunca los pierdo de vista. Por fin la cima y la dichosa torreta, ésta marca un descenso (falso descenso, pues a mi me cuesta mucho recorrerlo) ya con Castillejo a la vista. Cada vez más cerca el pueblo pero se me hace interminable. Sorprendentemente, quedando unos 600 metros me vengo arriba y dejo atrás a Quique y sobrepaso a Javi como una exhalación, continuo con mi sprint hasta alcanzar a Bego y a Yayo que ya han llegado a la meta marcada.

Momento en el que dejé atras a Quique y a Javi

Por fin en el pueblo, hemos corrido a buen ritmo, una hora y 15 minutos, buenas sensaciones tras el esfuerzo tremendo. Ya en el bar (punto de encuentro con Dani, Sonsoles y Nilo que han venido a buscarnos) nos espera Paquito. Damos cuenta a un refresco fresquito acompañado de pinchos típicos de Castillejo: Morros, oreja rebozada, huevos con farinato, jeta... conseguido.


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