miércoles, 12 de octubre de 2011

1.- CAMPILLO DE AZABA (09/10/2011) 20 Km.

La primera salida comentada en este blog, será la del domingo 9 de octubre a Campillo de Azaba.
Quedamos en el sitio de siempre a las 9.45 h. El primero en llegar, como siempre, yo. Me entretengo paseando a Yaki, hasta que llegan Yayo, Quique, Carlitos, Tomé y Chuchi Cari (ya rezongando, estrategia que utiliza normalmente para que creas que va mal y si puede te da el hachazo).
La temperatura es ideal, un poquito de fresco, pero todo el cielo azul y un sol resplandeciente. Carlitos, viene preparado con chubasquero de invierno y Tomé con polar de alta montaña, nos estrañamos todos pero ellos deciden salir así.
Somos acompañados, por la futura sección de la Asociación (Bicicletas), Chicho y Jose Madruga. Partimos bajando hacia el río, seguimos por el Puente Viejo hasta enlazar con la carretera de Santa Marina. Antes de llegar a Villa Pantalones (Pepe ratón), Chuchi comenta que esta mañana no ha estado compenetrado con el señor Roca y no va muy bien, nos extraña a todos porque esta mañana habla lo justo. Una vez iniciado el suave ascenso hacia la carretera de Ituero, a Carlitos y Tomé les sobran los abrigos, obligando a Yayo a desviarse y dejar dichas prendas en la gasolinera de Foccars.
Seguimos y comenzamos a divisar la recta interminable que nos lleva a Pascualarina, terreno favorable, pero pesado por su longitud, 5 km. A esta altura, nos enteramos después, que la sección bici ha tenido un percance, pincha jose. Lleva una superbicicleta, debajo del sillín una estupenda bolsa para guardar todos los repuestos necesarios que un recorrido como este exige. Sorpresa, está vacía, tan sólo un móvil (creerá que las bicis tienen asistencia en carretera) y dinero para imprevistos. Gracias, a su ángel de la guarda, Chicho (novato en bicicletas) que lleva desmontables y cámaras de repuesto, con tanta suerte que sirven para la de Jose. Arreglado el pinchazo continuan su camino.
Nosotros hemos llegado a Pascualarina, comienza a inclinarse la carretera, vamos en grupo, y seguimos escuhando a Chuchi:
- Esto es muy largo, yo vine para hora y media como mucho, Fito, ¿cuánto queda?
- Chuchi, aguanta, ya queda poco, unos 10 km.
Se le viene el mundo encima, su compañero Tomé sólo resopla, pero protesta menos.
En las primeras subidas ya se va defieniendo la carrera, se separan unos metros Quique, Yayo y Carlitos, yo tiro un poquito y no dejo que la distancia crezca, Tomé y Chuchi me siguen de cerca.
Esta situación continua hasta el Km. 8, ala altura del Manzano, yo no consigo enlazar con los de adelante, pero los de atrás tampoco me agarran, esta situación no me gusta mucho, debido a que quedo sólo, ante el peligro de que me salga un perro o una vaca, que es en lo que voy pensado. Pero de repente veo el coche del cuñado de Quique que sale de la finca, primera estrategia:
- Grito el nombre de Quique y le advierto de la presenscia de su cuñado, diciéndole que a lo mejor Chuchi, que ya iba algo mal, quiera volverse con él. Funciona, ya que Quique vuelve hacia atrás y se para con su cuñado, esto supone que yo le alcance y lo pase. Uno que cayó.
Seguía teniendo a Yayo y Carlitos por delante, pero se me viene a la cabeza que Tomé puede quedar sólo. Seguimos con la estrategia, y le digo a Yayo como puede quedar Tomé, así que le propongo que lo espere. También funcionó porque Yayo accede y como no, yo le paso también. Ya solo tengo delante a Carlitos, pero a una distancia bastante grande, unos 500 metros.
Continuo a mi ritmo, no miro hacia atrás para no desmoralizarme por ser alcanzado, pero no doy cogido a Carlitos, así que miro de reojo y veo que Yayo viene muy deprisa, me hago el tonto y hago como que lo espero, pero ya a mi altura me dice que va a por Carlos.
Siguiente estrategia, esperar a Quique, que ya viene sólo, seguido por Tomé, ya que Chuchi se ha retirado y va de vuelta Ciudad Rodrigo con el cuñado de Quique.
Sobre el Km. 12 veo a los ciclistas y lo de siempre, ¿Queda mucho?, me bastó con la sonrisa de los dos, para saber que sí.
Yayo y Carlitos se han distanciado mucho, van juntos porque Carlos le espera. Iniciamos una bajada muy grande y espero a Tomé para ofrecerle agua, voy un ratito con él, pero me uno a Quique para el resto de la carrera. Por fin divisamos Campillo de Azaba, pero la vista es desoladora, se contempla al final de una recta que pica hacia arriba, se me hace interminable.
Carlitos y Yayo, llegan al cruce de la carrtera donde se encuentra el cartel anunciador de Campillo de Azaba, yo comento a Quique, que haber si hay suerte y paran allí, ya que hasta el pueblo quedaría otro Km., pero como era de esperar continuan.
Un último esfuerzo y ya estamos todos estirando en la parada del autobús. Nos dirigimos hacia la plaza andando y contentos,  paramos en el Bar Vicente, Carlitos se anticipa y entra. Sale con una sonrisa enorme, "nos quedamos en éste". La razón era obvia, había pichos variados (tocinos, jetas, morros, tortilla, postas de bacalao...).
Empezamos con un acuarius, pero seguimos con cerveza y tocinitos, siempre amenizados por el tartaja del pueblo que se encuentra en la terraza del bar (recuerdo que serán las 11.30 de la mañana, pero él ya le está dando).
Así estamos, pasando un mal rato hasta que llegan Chicho  y Jose con los coches que nos llevarán de vuelta. El de Chicho viene preparado, pues Julita le ha puesto manta para que los asientos no se impregnen de nuestro sudor.
Hasta aquí la primera salida narrada (no he incluido las conversaciones privadas de la carrera, pero todo llegará).
Hasta la próxima

2 comentarios:

  1. Fito menos mal que los que salimos sabemos toda la verdad, esta semana me encuentro fuerte espero seguir asi hasta el domingo , y saludos a todos nuestros seguidores

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